Golondrina común. (Hirundo rústica.)

18-19 cm.Alimentación:

Totalmente insectívora y practicada en vuelo, con algunas excepciones en tierra como en la caza de libélulas y mariposas.

Estival. (Primavera-Verano.) Que decir de nuestra golondrina común, especie conocida por la totalidad de personas de nuestras ciudades y pueblos. Como no recordar esos cada día más escasos cables en nuestras calles y que antaño al caer las tardes de los calurosos veranos verlos plagados de ellas para en los mismos pasar las noches con sus ruidosas algarabías cantoras. Y que decir de su gran maestría en sus gráciles y acrobáticos vuelos por nuestras estrechas calles, haciendo maniobras desde luego por todos reconocidas como increíbles, y por si faltara algo se están alimentando. Seguro que no viviremos para conocer que nuestros conocidos súper modernos aviones en particular militares lleguen a conseguir todo lo que hace este pequeño animal de no más de 20 gramos de peso y 25 cm. de envergadura, o sea, de ala a ala. Son muchos los motivos, hasta gastronómicos africanos, pero hoy día su número ha disminuido de forma alarmante por estas latitudes y nuestros pueblos y ciudades. Su carácter tan beneficioso por su alimentación de insectos volátiles, tiene también mucho que ver con la gran contaminación donde las mismas abundan. También el carácter de las hoy día construcciones para su época reproductora, haciendo casi imposible construir sus nidos. Se atreven con algunos en lugares increíbles pero muy posibles por nuestra todavía incultura de ser destruidos. El último caso del cual he tenido conocimiento total, ha sido bajo un balcón a muy pocos metros de la calle. Solo se mantiene algo estable en cortijos de campo, aún así siendo muchas veces destruidos los mismos por motivos de higiene se argumenta, pero sin dejar de reconocer que hablamos de una de las muchas especies protegidas, no teniendo cabida dichas excusas y actos. Los nidos de barro de las golondrinas son muy particulares, todos también los conocemos, y tanto su construcción como lugares es un aspecto muy curioso en ellas como he comentado. Llaman la atención sus continuos vuelos para recoger el barro del suelo, y posteriores o simultáneos en charcos o cualquier lugar con agua para su elaboración. Sus ubicaciones son muy variadas por motivos como los comentados anteriormente pero también algunos muy curiosos como fue un caso que conocí en un saco colgado, así como el de las fotografías como otro ejemplo. Y desde luego y quiero repetir que su número es totalmente notorio que ha descendido y sigue descendiendo de forma muy preocupante cada año en esta especie tan emblemática y merecedora de todo nuestro respeto en muchos sentidos.