Por motivos de trabajo, tengo que desplazarme por la autovía Cáceres-Navalmoral habitualmente. Para entrar en Navalmoral accedo desde la salida normal de la autovía que pasa por el hospital de Navalmoral. Un trayecto de unos 3 ó 4 kilómetros, aproximadamente. El trayecto presenta una situación flagrante. Las líneas de separación entre carriles no sólo no se ven, sino que presentan un problema de orientación para cualquiera que circule por la noche. Me extraña que no se produzcan allí accidentes todos los días siendo una tramo tan transitado. Me pregunto si tanto le costará al Ayuntamiento de Navalmoral dar una pasada de pintura a las líneas de la carretera. Debe ser un precio inasumible el de la pintura en Navalmoral, cuando el ayuntamiento está dispuesto a renunciar al gasto a cambio de la seguridad de sus habitantes.