En una entrevista realizada en Santa Marta, el Papa Francisco ha respondido a las preguntas de un sintecho para la revista holandesa Straatnieuws. En ella Francisco habla de las supuestas riquezas de la Iglesia, pero habla también de los pobres.

Nos dice: • La Iglesia debe hablar con la verdad y también con el testimonio: “El testimonio de la pobreza”. Si un creyente habla de la pobreza o de los sintecho y lleva una vida de faraón… esto no se puede hacer. Le preguntan: ¿Qué significa la solidaridad cristiana en concreto para los pobres? Y nos dice Francisco: • Una vez hice una pregunta a un ministro de Argentina, un hombre honesto. Uno que dejó el encargo porque no podía estar de acuerdo con algunas cosas un poco oscuras. Le dije: Cuándo ustedes envían ayuda, sea comida, sea ropa, sea dinero, a los pobres o a los indigentes: de aquello que envían, ¿cuánto llega allí, sea en dinero o en gastos? Me dijo: ‘el 35 por ciento’. Esto significa que el 65 por ciento se pierde. Es la corrupción: una parte para mí, otra parte para mí. Su homónimo San Francisco eligió la pobreza radical y vendió también su evangeliario. En cuanto Papa y Obispo de Roma: ¿Se siente alguna vez bajo presión por vender los tesoros de la Iglesia? • Esta es una pregunta fácil. No son los tesoros de la Iglesia, sino que son los tesoros de la humanidad.

Por ejemplo, si yo mañana digo que La Piedad de Miguel Ángel sea subastada no se podría hacer porque no es propiedad de la Iglesia. Está en una iglesia, pero es de la humanidad. Esto vale para todos los tesoros de la Iglesia. Pero hemos comenzado a vender los regalos y otras cosas que me dan. Y los beneficios de las ventas van a Mons. Krajewski, que es mi limosnero. Y después está la lotería. Estaban los coches que han sido todos vendidos o dados a través de una lotería y lo recaudado se ha usado para los pobres. Hay cosas que se pueden vender y estas se venden. ¿Se da cuenta de que la riqueza de la Iglesia puede crear este tipo de expectativas?: • Sí, los bienes inmobiliarios de la Iglesia son muchos, pero los usamos para mantener las estructuras de la Iglesia y para mantener muchas obras que se hacen en los países necesitados: hospitales, escuelas.

Ayer por ejemplo he pedido que se enviamos al Congo 50.000 euros para construir escuelas. Santo Padre, ¿se puede imaginar un mundo sin pobres?: • La codicia humana existe siempre, la falta de solidaridad, el egoísmo que crea los pobres. Por eso me parece un poco difícil imaginar un mundo sin pobres. Si usted piensa en los niños explotados por el trabajo esclavo, o en los niños explotados por abuso sexual. Y otra forma de explotación: asesinar a los niños para sacarles los órganos, el tráfico de órganos. Por eso no sé si lograremos este mundo sin pobres, porque el pecado existe siempre y nos lleva al egoísmo. Pero debemos luchar, siempre, siempre. Fuente: ACI