Barbaridades urbanísticas se han cometido siempre en Villamiel y se siguen cometiendo. El mal gusto y la desidia de los distintos alcaldes y equipos municipales han provocado la desaparición de nuestro entramado urbanístico popular y la pérdida de la arquitectura serrana tradicional, por lo que el pueblo ha quedado relegado y sin ningún tipo de interés para el turismo que visita la zona sobre todo si lo comparamos con otras localidades cercanas como San Martín de Trevejo.Pero hay casos flagrantes que necesitan ser analizados en profundidad y merecen una reflexión. Hoy en día, y en lo poco que queda de nuestra arquitectura histórica, frente al Palacio del Deán, junto a casonas del Siglo XVIII y al lado de la iglesia, se está levantando un edificio de nueva construcción que rompe toda la estética urbanística de este espacio…Y todo ello con el visto bueno de los técnicos de la Mancomunidad de Sierra de Gata y de las autoridades municipales.