En el refugio de fauna de Tchimpounga, cerca de la ciudad de Pointe-Noire (Congo), 139 chimpancés se preparan para un futuro mejor en libertad. La mayoría llegaron siendo bebés, apartados de sus madres a base de balazos y con una profunda crisis emocional, aunque también los hay ancianos que pasaron una triste vida como animales de exhibición, maltratados y con heridas imborrables. Si los planes cristalizan, muchos volverán pronto a la selva que los vio nacer. La veterinaria española Rebeca Atencia (Ferrol, 1977) es la encargada desde hace tres años de dirigir todo el proyecto de acogida, asistencia y futura reintroducción. "Es totalmente viable", se muestra convencida. El refugio de Tchimpounga, de la fundación Jane Goodall, es un pedazo de selva cercado eléctricamente, con un edificio en su interior, situado a su vez dentro de una reserva de 7.000 hectáreas.