Entre 150.000 y 200.000 bachilleres se presentarán en junio a la prueba de acceso a la universidad, que en Extremadura comenzará el día 16, la última organizada de acuerdo con la LOGSE (1990), ya que en 2010 se aplicará la reforma aprobada por el Gobierno en virtud del calendario de implantación de la LOE (2006).

A partir de esta semana, los alumnos "competirán" por alguna de las plazas de nuevo ingreso que ofrecerán las universidades públicas en el curso 2009-2010 tanto para carreras tradicionales, como para las adaptadas ya al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

Estas últimas serán un millar el curso venidero, tanto en universidades públicas como privadas, es decir la mitad aproximadamente de todas las titulaciones superiores.

El Gobierno y las CCAA acordarán previsiblemente en días próximos el número de plazas de primer curso, así como las tasas de matrícula, que podrían subir mínimamente o incluso quedar "congeladas" en consonancia con los momentos de dificultad económica.

En la convocatoria de junio de 2008 aprobó el 89,5 por ciento de los matriculados; entonces, un tercio de los alumnos optaron por las ciencias sociales, el 25,8 por ciento prefirió las ciencias de la salud y el 22,2 por ciento la rama científico-técnica.

La calificación global de selectividad será la media aritmética de las obtenidas en la parte común, que incluye Análisis de Texto de Lengua Castellana, Comentario de Texto Histórico o Filosófico y Análisis de Texto de Lengua Extranjera, y otros tres ejercicios correspondientes a las materias de cada modalidad cursada en el Bachillerato.

La calificación final y definitiva se calculará ponderando un 40 por ciento la nota conjunta de selectividad y un 60 por ciento la media del expediente de Bachillerato.

Los examinados podrán perder varios puntos de la nota final e incluso suspender por faltas de ortografía, incluidos acentos, vocabulario inapropiado, errores sintácticos y gramaticales, puntuación incorrecta y presentación inadecuada de los ejercicios.

Medicina suele ser la titulación que exige una nota de corte, que es la obtenida por el último alumno que ha tenido acceso a una plaza de cada enseñanza.