A las puertas del festival de Málaga, centrado exclusivamente en el cine español, nos llega Al final del Camino, una especie de comedia romántica con la ruta jacobea de telón de fondo. Dirigida por Roberto Santiago, responsable de una de las exitosas ecuaciones entre cine y fútbol, El penalti más largo del mundo , la película demuestra el poder de convocatoria de los actores que han triunfado definitivamente en la televisión: Fernando Tejero forma pareja aquí con Malena Alterio, repitiendo así la química entre ambos en la teleserie Aquí no hay quien viva .

La película cuenta la historia de

Nacho, que es fotógrafo, y Pilar, periodista, dos colegas que se odian aunque tendrán que hacerse pasar por una pareja para hacer un reportaje sobre Olmo, gurú que resuelve las crisis de pareja haciendo el Camino de Santiago. Durante seis días de viaje a través de Galicia se verán envueltos en todo tipo de situaciones absurdas, delirantes y románticas.

El final del camino está planteada como una comedia romántica, divertida y optimista. Una historia de amor en un entorno original: El Camino de Santiago. También es en cierto sentido una película de carretera, porque cada acción se traslada de lugar. Pero, por encima de cualquier otra cosa, Al Final del Camino es una película de personajes. Y, por tanto, una película de actores. Fernando Tejero, Malena Alterio, Javier Gutiérrez, Diego Peretti, Javier Mora, Cristina Alcázar y el resto de los actores y actrices son el verdadero alma de la película. Con su implicación en la historia durante los ensayos y el rodaje, conseguí olvidarme en muchos momentos de que existía un guión escrito, y daba la sensación de que todo lo que hacían y decían realmente se les había ocurrido a ellos en ese preciso instante.