Es la cirugía más íntima. Un negocio en alza. El British Medical Journal (BMJ), una de las más prestigiosas publicaciones médicas del mundo, denuncia en un informe el auge de las llamadas vaginas de diseño. Un número creciente de británicas recurrieron a la sanidad pública para reducir el tamaño del orificio vaginal, recortar los labios menores o reducir la piel que recubre el clítoris. Otras muchas optaron por clínicas privadas. La influencia del porno y la presión por lograr un cuerpo perfecto están detrás de esta inquietante moda.