Una variación, al alza o a la baja, en el precio de la vivienda del diez por ciento implicaría un cambio en el consumo privado en la misma dirección por un importe equivalente al 0,8 por ciento del PIB, aproximadamente, según un informe elaborado por el Banco de España incluido en su último boletín. En concreto, el Banco de España calcula que un aumento exógeno en el valor de las propiedades inmobiliarias de cien euros llevaría a un incremento en el nivel de consumo anual de los hogares de dos euros. Este impacto resulta razonable, señala el estudio, dada la baja propensión a cambiar de residencia de las familias españolas y su uso todavía limitado de segundas hipotecas o refinanciaciones.