Amistad. Pero siempre seguida de confusión, dificultad, afecto, compañerismo, egoismo, trabajo, caos, sinceridad. Todos estos términos, en ocasiones contradictorios, han acompañado durante los últimos 10 años a los integrantes de esta compañía teatral. Animalario. Un grupo que recientemente ha recibido el Premio Nacional de Teatro 2005 por su representación de Hamelín , de Juan Mayorga.

Bonitas historias de entretenimiento sobre la humillación cotidiana de existir es el regalo de la editorial Plaza y Janés a todos sus componentes: un libro que recorre, a través de sus protagonistas, en una primera parte, sus inicios, dificultades, proyectos, triunfos y sobre todo sus relaciones humanas y en una segunda, transcribe sus obras. Todo ello trufado de un sinfín de fotografías ilustrativas de los momentos más significativos de cada etapa.

Animalario surgió en una escuela madrileña de teatro --bajo el nombre de Ración de Oreja-- y, aunque ha acabado por convertirse en una empresa que representan el director Andrés Lima y los actores Alberto San Juan y Guillermo Toledo, no son los únicos que la componen. Y no se cansan de repetirlo. "Queremos que interese la compañía y nuestros espectáculos, no Alberto y yo", expresa Toledo. Nathalie Poza, Roberto Alamo, Javivi, Encarna Breis, Fernando Tejero, Ernesto Alterio, Noelia Castaño, Pilar Castro y Javier Gutiérrez son sólo algunos de los que forman o han formado parte en algún momento de la gran familia de Animalario. Algunos de ellos son conocidos. Otros no. Pero todos pertenecen a la compañía.

SINCERIDAD

Una de las bazas de esta historia sobre un grupo de amigos que decide montar una compañía teatral es la apabullante sinceridad de sus declaraciones. "No nos callamos nada --reconoce San Juan--. La verdad es que me sorprendió porque todo el mundo es muy crítico consigo mismo y con los demás". El único que se salva de la quema es el director de la mayoría de los montajes, Andrés Lima. "Lo que más pesa de Andrés es lo positivo y el espíritu que tiene como motor del equipo", resalta San Juan. "Andrés nunca nos ha jodido la marrana. Y yo... Pues sí. Lo mío era mucho más notorio. ¡No se podía pasar por alto que soy un capullo!", replica Toledo sin cortarse.

Aunque la historia de Animalario está regida por "la armonía dentro del caos y una mezcla de respeto e indiferencia", San Juan reconoce que cada vez se lo toman más en serio "porque tenemos un creciente interés en expresarnos a través del teatro". A lo que Toledo añade que "el caos es una base importante en la creación pero no la falta de respeto" y afirma que a raíz de Hamelin , la obra con la que están de gira en estos momentos, se ha dado cuenta de que, aunque siempre haya huido de todo tipo de método "es verdad que hay que tener tu propia disciplina".

El libro también explica su colaboración en los Goya 2003 y los duros momentos vividos durante la guerra de Irak y el 11-M mientras representaban su obra más popular, Alejandro y Ana , sobre la boda de la hija de Aznar.