Un sorprendente análisis genético de dos individuos neandertales, cuyos restos óseos se han conservado milagrosamente, ha confirmado que tenían la piel clara, posiblemente con pecas, y que además eran pelirrojos, explica el primer responsable del estudio, Carles Lalueza-Fox, genetista de la Universitat de Barcelona (UB). Sin embargo, prosigue, lo más seguro es que los cabellos de los diferentes neandertales mostraran una gama más variada, desde el castaño claro hasta el rubio puro. Pero no morenos. Los restos fósiles utilizados en el trabajo proceden de los yacimientos de El Sidrón (Asturias) y Monti Lessini, cerca de Verona (Italia), y tienen 43.000 y 50.000 años de antigüedad, respectivamente. Los detalles se publican en Science. Han logrado determinar el color del cabello y de la piel tras recuperar en los fósiles un gen llamado MC1R. O.