Uno, dos, tres... Catorce! Bienvenidos a Vertigo 2005, la gira mundial de U2 que empezó la noche del lunes en San Diego (California). En el Sports Arena, y tras la actuación de Kings of Leon como teloneros, los irlandeses iniciaron un vertiginoso maratón musical que se extenderá durante los próximos nueve meses a ambos lados del Atlántico y que se detendrá con tres paradas en España, la primera de ellas en el Camp Nou de Barcelona el 7 de agosto seguida por otra en el estadio Anoeta de San Sebastián, el día 9, y la última en el Vicente Calderón de Madrid el día 11). También pararán en Lisboa el 14 de agosto.

Como es ya norma, la expectación mayúscula rodea la última propuesta en directo de U2, maestros en el arte de agotar casi de forma inmediata todas las entradas que se ponen a la venta. Tras dos semanas de intensos preparativos en Vancouver (Canadá) el sábado (26 de marzo) realizaron en Los Angeles el último ensayo ante 300 fans que habían conseguido invitaciones por la radio, y que se fueron con mucho más que el tradicional huevo de pascua de chocolate que la banda dio a cada uno de los asistentes al concierto-ensayo.

PIEZAS NUEVAS Y ANTIGUAS

A juzgar por lo visto y oído en Los Angeles --convenientemente comentado a velocidad de vértigo en internet-- lo que prometen Bono y compañía en esta gira Vertigo 2005 es un espectáculo en el que se mezclarán pasado y presente pero que estará dominado por su último disco, How to dismantle an atomic bomb .

"Es muy difícil conseguir el equilibrio adecuado entre el nuevo material y las canciones que la gente realmente espera oír, pero U2 están decididos a no convertirse en una banda de autohomenajes. Es muy importante poner el nuevo material en el centro de atención, así que se puede esperar que la mayor parte del nuevo disco se interprete en el escenario", ha avanzado Paul McGuinness, mánager desde 1978 de la banda que sólo hace poco más de 15 días entraba en el Rock and Roll Hall of Fame.

El sábado, las canciones que eligieron para ese último ensayo general sirvieron para reafirmar las palabras de McGuinness: abrió el concierto City of blinding lights , a la que siguieron Electric Co (que sonaba mientras en una pantalla se proyectaba la imagen de Boy) y An cat dubh/Into the heart , cantada mientras Bono recorría una pasarela, uno de los elementos que, físicamente, va a vincular la gira Vertigo 2005 con la exitosa Elevation Tour.

Después, Bono hizo un anuncio --"vamos a volver a donde todo empezó para nosotros"-- y esas palabras dieron paso a una selección --algo fácil o difícil, según se mire, tras 25 años de carrera-- que incluyó Beautiful day , Miracle drug , Sometimes you can´t make it on your own , Love and peace or else , Stuck in a moment (con The Edge en el piano), Yahweh, Bullet the blue sky, Running to stand still (con el guitarrista otra vez ante el teclado), Zoo station, The Fly y Vertigo , la canción por la que este año ganaron tres Grammys. Con un bis de cinco exitazos --Pride, Where the streets have no name, One, All because of you y 40 -- U2 puso el punto final al espectacular calentamiento.

En el idolatrado Elevation Tour la banda actuaba principalmente en un escenario rodeado por una pasarela con forma de corazón (con un segundo escenario-huevo), y esta vez, y según ha avanzado McGuinness, hay elementos similares. Eso sí, aunque Vertigo 2005 "comparte características con la producción de Elevation, se trata de un montaje completamente diferente", según afirma el mánager.

La segura espectacularidad de este nuevo montaje, sin embargo, no será la única fuente del poderío del directo de U2. Una parte de esa fuerza, sin duda, proviene de casi tres décadas de experiencia sobre los escenarios. Pero, como comentaba Paul McGuinness recientemente durante los preparativos en Canadá, proviene también de unos profesionales que siguen manteniendo el respeto a su trabajo.