Con gran profesionalidad y una calculada timidez, Alejandro Sanz presentó la pasada semana la que, según prometió, será la "mejor" gira de su carrera. En ella defiende las canciones de su último disco, No es lo mismo . Tras recorrer Latinoamérica y Estados Unidos, los escenarios españoles revalidarán en verano el éxito de un CD del que ya se han vendido dos millones de ejemplares. También anunció que prepara un nuevo disco de canciones en inglés.

La gira consta de 22 conciertos --el 24 de agosto en Mérida-- con todo controlado porque la experiencia americana ha demostrado que el proyecto funciona solo. El cantante madrileño con acento gaditano mostró ante más de 20 cámaras de televisión, prensa escrita y público variado y entregado la modestia del buen conocedor de las reglas del mundo espectáculo, al que llegó en 1991, y el trecho que aún le falta por recorrer. "Hasta que no aprenda a cantar como Camarón, a tocar como Paco de Lucía y a bailar como Farruquito..."

UN "TERRICOLA"

Fusión, mezcla, diversidad... Nada de ello es ajeno a Alejandro Sanz, tanto en sus canciones y melodías como en su forma de ser. "Antes de ser español o europeo, soy terrícola", bromeó. A la hora de elegir las piezas para cada trabajo no olvida sus preferencias --"los que venimos del flamenco...", dice-- y se aferra especialmente a esos "cantes de ida y vuelta" que los andaluces llevaron al Caribe hace siglos y que volvieron de regreso convertidos en nuevas coplas. "Tenemos en común las ganas por el ritmo".

Pero el negocio es el negocio y el mercado marca sus reglas. El artista está componiendo directamente en inglés y, "probablemente pronto", confiesa como si le hubieran pillado en falta, sacará un disco exclusivamente en este idioma. Lo prefiere así --"debe ser algo natural, no márketing"-- porque no se imagina interpretando algunas de sus canciones traducidas. Sólo habrá voz y piano y "la melodía, la letra, la armonía serán muy sencillas".

PASO POR EEUU

Sanz ha quedado muy contento de su experiencia en EEUU, "un país complicado" dice, donde la comunidad latina ha tenido que "hacer un esfuerzo" para romper con la "nostalgia" que invadía a los programadores de música en las radios. "Cuesta mucho entrar en medio de Dyango y Julio Iglesias, pero eso está cambiando", explicó.

Alejandro Sanz, que dijo tener "las mismas ganas y en algunas cosas la misma inocencia" que cuando empezó en 1991, afirmó que "el mundo cambia a diario, aunque hay cosas que no cambian". ¿Por ejemplo? "Que las cosas no han dejado de cambiar". Bonito galimatías.

El 11-M le pilló en México. El concierto de Madrid será especial.