Una semana. Esto es lo que ha tardado José Luis Figuereo, El Barrio, en franquear la barrera de las 100.000 copias vendidas de su último trabajo, Las playas de invierno . Solo el regreso de los hermanos Muñoz ha resistido en la lista de Promusicae el tirón del séptimo disco de este cantautor que vuelve a apostar por letras directas.

¿Cuál es el secreto de este éxito? Para este hombre de verbo fácil y de firmes convicciones, está muy claro: "Hay que hacerle caso al pueblo, hablar como él y darle a la gente lo que pide". ¿Y qué es lo que él ofrece? Un cóctel de "música andaluza, con retales de rock y sabia flamenca". La melancolía marca el ritmo de Las playas de invierno , disco que él mismo ha producido y arreglado. Sus canciones evocan amores perdidos, amistades rotas y dramas como el de los subsaharianos que intentan cruzar el estrecho y que escuchan "como cruje la madera de la barca de sus sueños". Pero, pese a gustar de las metáforas y del verso cuidado, no se le caen los anillos por trufarlas con estrofas como "no vengo a darte lecciones,/ sólo vengo a recordarte/ que hacen falta dos cojones/ para venir aquí a enseñarte".

Su pasión viene de lejos: "Empecé a cantar desde que rompí el llanto, el médico decía que lloraba al compás". A los nueve años ya tocaba la guitarra y poco después ya se subía a los tablaos. Algo en lo que influyó el ambiente que se respiraba tanto en el barrio de Santa María de Cádiz (conocido como El Barrio en tierras gaditanas y al que debe su apodo) como en su casa. De estirpe de músicos, remarca que, "sin ser gitano", ha vivido el flamenco desde dentro: "Cuando estaba enfermo y le pedía a mi abuelo discos de Triana le entraban todos los males. Decía que esos solo son unos niñatos".

Aunque hoy en día la polémica del purismo parece ya enterrada lamenta que "todavía hay quien cree que somos niñatos. A esos les digo que las momias no se tendrían que mover de El Cairo". Y es que a más de un paladín de la ortodoxia se le siguen atragantando cócteles como el suyo que, en el anterior disco, llegaba a incluir rancheras.

INFLUENCIAS

Entre sus influencias, El Barrio cuenta a grupos como Medina Azahara, y se declara admirador "de la gente como Manolo García, que dice las cosas como las piensa, y de todos los que aún no se conocen".

A los que no tolera son a aquellos que suenan en directo igual que en estudio: "Cuando estás en concierto tu obligación es improvisar, enriquecer tu música y darlo todo". Figuereo, que lleva un cuarto de siglo sobre los escenarios, cumplió uno de sus sueños cuando en febrero de 2004 actuó en el Palau de la Música, "un lugar con mucho carisma". En un cuarto de hora se agotaron las entradas de un concierto que incluyó en el dvd de su anterior trabajo, Angel malherido , del que se vendieron 180.000 copias.