Ryszard Kapuscinski (Pinsk, Polonia, 1932 - Varsovia, 2007), maestro del periodismo, que como tal mereció el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (2003), demuestra en su poesía, ahora recogida en Poesía completa (Bartleby), que toda verdadera escritura es una forma de conciencia, una fuente que arroja su luz sobre las cosas, más allá de los géneros. No ajeno al silencio áspero que Czeslaw Milosz cultiva en sus poemas ni a la desnudez de Tadeusz Rózewicz, la obra poética de este reportero del asombro interior tiene su centro en el libro Leyes naturales (2006), cuyos poemas parecen despiezar los elementos que han hecho del hombre moderno una ilusión. Habla de la lucha "entre la creación y el exterminio", de la angostura del camino, estrecho como lo es el sendero del Gólgota, en el que "no caben dos personas" porque "todos tienen que ir solos".

En muchos de sus versos existe un deseo de vacío,--"¿Quizás lo más grande/ se diga con el silencio?", escribió.