Cuando le preguntan a Yekaterina Voschinina qué época de su vida le provoca más recuerdos emocionantes, da varias respuestas consecutivas. Primero contesta: "Por supuesto,es mi infancia. Recuerdo a mucha gente honrada". Luego, alpensar un instante, continúa: "También añoro mucho los años cuando era profesora de la Universidad". Y, a continuación, resume: "Pero quizás lo que más me gusta es escribir libros".

No es de extrañar que no tenga una respuesta única dado que su vida en realidad ha sido la de varias vidas, transcurridas en distintas épocas históricas: desde los últimos tiempos del imperio zarista de los Románov, pasando por los 70 años de la época comunista, hasta la actual Rusia de Putin.

La exprofesora de filología de San Petersburgo convertida en una entusiasta autora de libros para niños cumplió 100 años el pasado 20 de febrero.

FANTASIA DE VARIAS EPOCAS

Nunca es tarde para que llegue la fama. Te puede tocar incluso cuando ya has vivido un siglo entero. Al disfrutar de una vida tan extensa tienes más posibilidades de encontrar tu verdadera predestinación.

Este, al parecer, es el caso de Voschinina, que publicó su primer libro en 1998, a los 89 años. Su obra más exitosa hasta la fecha ha sido La historia de Shurochka , una fantasía que narra varias épocas vividas por la autora a través de la vida imaginaria de una muñeca llamada Shurochka que convive con varias generaciones de la familia.

Cuando por primera vez encontré su página personal en internet, pensé que se trataba de una oportuna mistificación literaria. Me imaginé que la historia de una mujer nacida en 1909 en una familia noble en plena época zarista y que, casi un siglo después, narraba sus memorias y publicaba libros para niños no era más que un truco para llamar la atención del saciado público ruso.

Pero pronto leí un llamamiento desesperado de la agente literaria de la anciana que se dirigía a los internautas pidiéndoles que se registraran como lectores permanentes del diario de Voschinina para animar a la vieja autora. "Se está muriendo uno de mis seres más queridos. Pronto la ingresarán en un hospital. Por favor, regístrense como lectores permanentes de su diario para que sepa que la leen, que todos sus esfuerzos no han sido en vano. Es una aristócrata, veterana de guerra y una de las mujeres más bondadosas que conozco", rezaba la misiva.

El efecto fue impresionante. A Voschinina le llegaron miles de cartas de apoyo, comentarios y preguntas a las que no tuvo más remedio que empezar a contestar. Enseguida se convirtió en una blogger muy activa, la más anciana de Rusia. El interés del público le dio fuerzas para tirar adelante. Casi a diario cuelga en la red nuevos trozos de sus obras ya publicadas en forma de libros, así como de los que todavía esperan su hora.

"Tengo que vivir hasta que salgan mis últimos libros. No puedo morir antes de que los vea publicados", dice mientras conversamos en el comedor de su modesta casa en uno de los barrios nuevos de San Petersburgo.