Una campaña de tráfico que premia a aquellos que fotografíen a infractores ha tenido tanto éxito en la ciudad china de Cantón, donde la gente se pasea con la cámara a cuestas, que la propia policía se ha quejado de la persecución que sufren los conductores. Desde que comenzó en julio, la policía ha recibido más de 33.000 fotos.