A menos que haya vivido bajo una roca habrá escuchado ese silbido. Uno que viene acompañado de bongos, maracas, una línea de bajo juguetona y un diálogo melódico chico-chica. Es imposible escapar de la canción del silbido. Se llama Young folks y sus autores son el grupo pop sueco Peter Bjorn and John.

Desde que la cadena de televisión Cuatro la convirtió en sintonía de Cuestión de sexo , toda España se contonea a su ritmo infeccioso. Suena en esa serie y en sus anuncios; en los anuncios de tonos y politonos, y en los móviles de quienes pagan por ellos; también en la publicidad del CD de la tercera temporada de Anatomía de Grey , y desde los bafles con subwoofer de quienes usan este disco para patrullar la metrópolis; aunque es probable que no oigan este recopilatorio sino el de Supermodelo 2007 , superventas gracias al silbido ubicuo.

Pero aún hay más. Los adictos al FIFA-08 se descentran en las jugadas por culpa del silbido de marras. Quienes se descargan las nuevas series americanas habrán escuchado esa melodía en Journeyman, Dirty sexy money, Big shots y Gossip girl . Y, casualmente o no, la colección otoño-invierno 2007 de Pull and Bear se llama... Young folks . La canción del silbido es un hit estratosférico cuyo éxito en España es la culminación de una carrera asombrosa.

El grupo llevaba desde 1999 seduciendo en círculos indies y Young folks (editada en junio del 2006) está en el tercer álbum de Peter Bjorn and John, Writer´s block : colección de ambrosías pop retroactuales con ecos de Aztec Camera, Yo La Tengo, The Magnetic Fields o My Bloody Valentine y sus guitarras más allá de los límites de la realidad.

REMEZCLAS

Desde la aparición del disco, el silbido obsesivo de Young folks empezó a propagarse como una onda expansiva por blogs y clubs de música alternativa; una fiebre solo acrecentada cuando salió, en agosto, como sencillo, con el añadido en la versión maxi de unas cuantas remezclas irresistibles. Para los fans del pop independiente, fue la canción del verano. La revista New Musical Express la eligió segunda mejor canción del año, solo superada por Over and over , de Hot Chip. Y en España quedó en séptimo lugar la revista Rockdelux.

Lejos de desinflarse, el fenómeno Young folks no ha hecho sino crecer. Este año se han multiplicado las versiones de la pieza: bluegrass para Dawn Landes, folk de acento nipón para Shugo Tokumaru, hip hop para el icono Kanye West. El sello Wichita acaba de reeditar el tema como sencillo con nueva remezcla, así que todo indica que hay silbido para rato.

El grupo no se aburre de tocarla en directo, aunque ahora lleva el silbido pregrabado por si los pulmones se la juegan. Y pocos parecen cansarse de escucharla, porque esta canción sobre la tontería y la maravilla adheridos al comienzo de una relación sentimental es demasiado buena para aburrir.