Los teléfonos inalámbricos no son una novedad en el mercado, pero cada vez son más sofisticados y cuesta más distinguirlos de los móviles. Timbres, mensajes, agenda y ahora logos e imágenes son ya tan parte de la vida cotidiana de los usuarios de móviles que fabricantes y operadores han optado por incorporar estas funciones a los terminales domésticos fijos para no dejarlos atrás. La tecnología tiene un nombre: DECT, siglas en inglés de telefonía digital europea sin hilos, apoyada por las ventajas de las redes de las operadoras.

"Son funciones que la tecnología ya permitía incluir, pero los fabricantes no pensaban que pudieran ser interesantes para los consumidores. En este sentido, los móviles han sido más innovadores a la hora de descubrir funciones para los usuarios, como los mensajes cortos", asegura Miguel Angel Rodríguez Palma, director de empresas de Ericsson España. El ejecutivo recuerda que DECT es un interfaz de radio pensado para comunicaciones en el interior de edificios y recintos, "para aquellas empresas que necesitan tener a sus empleados accesibles dentro de un entorno".

Sin embargo, los usuarios cada vez compran más para casa este tipo de teléfonos, que amplían las funciones de los manos libres con el envío, y en ocasiones la recepción, de mensajes y con memorias para agendas que pueden pasarse de fijo a móvil y al revés. Además, pueden conectar terminales DECT y hablar gratis entre ellos.

Los vigilabebés de Philips funcionan así. "El 75% de los teléfonos que se venden para casa son inalámbricos, porque son sencillos de usar y no vinculan al usuario a un lugar concreto para hablar. La gente ya se ha acostumbrado al móvil", asegura Bernat Martí, jefe de producto de telefonía en Panasonic.

La mensajería en los fijos, sin embargo, no está tan extendida como en los móviles. Por eso, Telefónica acaba de lanzar una promoción en el que enviar un mensaje de fijo a móvil cuesta 0,01 euro. "El reto es introducir el multimedia en el teléfono fijo y que se puedan enviar logos o imágenes", sugiere Martí. Desde Telefónica de España comentan que es un problema de definición del estándar, aunque la compañía dispone de pasarelas que permiten enviar códigos de letras para crear imágenes.