Jaime Chávarri recuerda lo alucinado que se quedó en la isla de San Fernando (Cádiz) cuando en un descanso del rodaje una señora se acercó al niño que interpreta a José Monge para decirle: "Pero, ¿no te acuerdas? Si de pequeño me cantabas..." Ese día, el cineasta se dio cuenta de que la gente estaba entregada de antemano, de que Camarón , su película sobre el príncipe gitano, iba más allá de un mero proyecto cinematográfico.

En la ficción, el papel recae en Oscar Jaenada, quien logra un estremecedor parecido en las escenas de cante. La trama relata, en clave de biografía melodramática, el ascenso artístico y el temprano declive físico de un personaje idolatrado al que Chávarri califica de "eterno e intocable".

El realizador, aunque se muestra satisfecho del resultado final, reconoce que, al tratarse de un trabajo de encargo, estuvo condicionado por varios factores. El primero fue la familia de Camarón, que sólo cedía los derechos a cambio de concesiones.