El cuerpo rocoso, conocido desde el año pasado y bautizado como MN4, pasará a una distancia de entre 24.000 y 40.000 kilómetros de la Tierra en el año 2029 y ello podría provocar que su trayectoria se desviara por efecto de la gravedad y poco después, hacia el 2034, alcanzara el planeta con terribles efectos, según sostiene Benny Peiser, astrónomo de la Universidad de Liverpool entrevistado la pasada semana por el periódico The Times. El MN4 fue detectado el mes de junio.