No a Bolonia . La oposición estudiantil al proceso de adaptación de la universidad española al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) --que comenzará a materializarse en las aulas extremeñas el próximo curso-- llegó la semana pasada a las calles. Convocados a una jornada de huelga general por el Sindicato de Estudiantes, los alumnos extremeños de Secundaria y universidad llevaron a cabo algunas protestas como las que se produjeron en Plasencia, Cáceres o Badajoz.

La más problemática fue la de la capital pacense, donde agentes de la Policía Nacional y Local desalojaron a unos 400 estudiantes concentrados en contra del Plan Bolonia en el rectorado del campus de Badajoz. Según la Delegación del Gobierno, el desalojo se produjo a las 13.45 horas y fue "tranquilo y efectivo" mientras que los participantes en la protesta aseguraron que se marcharon voluntariamente una vez que el vicerrector se comprometió a hacer llegar al rector sus reclamaciones.

En Cáceres, los estudiantes --en torno al centenar según fuentes policiales y unos 300 según la organización-- marcharon, realizando algunas sentadas, desde el Paseo de Cánovas hasta la Plaza Mayor, donde leyeron un manifiesto en contra de la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. Solo se registraron algunos problemas al inicio, cuando la Policía Local impidió a los manifestantes cortar al tráfico la Avenida de España, como pretendían sin permiso, pero que se resolvió sin incidentes.

Bienvenidos al circo de Bolonia y algunas narices de payaso fueron parte del atrezzo que portaban los jóvenes, en alusión a la tomadura de pelo que, a su juicio, constituye el Plan Bolonia. Su objetivo es "evitar la privatización de la universidad e impedir que solo los estudiantes con recursos puedan obtener buenos títulos", según explicó un integrante de la Plataforma No a Bolonia .

Otro centenar de estudiantes también llevaron a cabo protestas similares en Plasencia.

EN MADRID Y BARCELONA

La protesta era de carácter nacional por lo que las mayores concentraciones se registraron en Madrid y Barcelona.

De hecho, un millar de estudiantes en Madrid y otros tantos en Barcelona se manifestaron por las calles el contra el Proceso de Bolonia. La lluvia acompañó en Madrid a los manifestantes, que principalmente provenían de Educación Secundaria y primeros cursos de universidad, en su recorrido, que comenzó a mediodía en la madrileña plaza de Colón y finalizó frente a la sede del ministerio de Educación, Política Social y Deporte.

Sin embargo, el secretario general del Sindicato de Estudiantes, Juan José López, ha estimado en unos 5.000 jóvenes los que han secundado la convocatoria, "para reivindicar una educación pública de calidad, frenar los planes de privatización y exigir una política y un puesto de trabajo digno para los jóvenes". El representante estudiantil ha añadido que CC.OO y UGT apoyan la movilización, pero que "no es suficiente".

Estos estudiantes, que repetirán las movilizaciones el próximo día 13 de noviembre, mantienen entre sus reclamaciones la retirada inmediata del decreto que regula la nueva selectividad, así como una política de becas para el 40% de los estudiantes y el rechazo a los préstamos bancarios para financiar los estudios.

También defienden una universidad pública y gratuita, la derogación de la LOU, un único Ministerio de Educación que incluya todas las etapas educativas y un plan de choque para dignificar la educación pública, algo que a su juicio no se ha conseguido aún no se ha conseguido en este país. Para la próxima convocatoria, el 13 de noviembre, esperan una respuesta estudiantil en la calle más fuerte.