Aunque la compañía dosificó las escuchas del disco en la prensa con métodos propios del Berlín de la guerra fría, ´No line on the horizon´ ya campaba por la red después de que una tienda digital australiana lo filtrara por error. Así, cuando la portada en blanco y negro de este trabajo, en la que una fotografía del japonés Hiroshi Sugimoto dibuja la frontera entre el mar y el cielo, llegó a las tiendas de todo el mundo, las canciones llevaran semanas circulando por internet. Una filial de Universal en Australia puso a la venta por error el disco en la red durante unas horas y el sistema de seguridad que protegía al disco de descargas indeseadas en la red saltó por los aires. El toque de gracia fue su comercialización oficial en Irlanda, cuatro días antes. Su salto a las redes de intercambio y los sitios de descarga directa fue inmediato.