Un colegio mayor --una institución típicamente europea que empezó a implantarse en España a finales de los años 60-- es más que una residencia para estudiantes. Preparados para que el estudio sea la actividad más importante, el colegio mayor potencia la vida universitaria, haciendo que el estudiante se integre plenamente en el espíritu universitario. Por este motivo, tanto las actividades culturales como las deportivas y las académicas son constantes.

La definición que hace de colegio mayor la ley universitaria del año 2002 señala que éstos "son centros universitarios que proporcionan residencia a estudiantes o a profesores, y promueven la formación cultural y científica, así como la práctica del deporte a los que en ellos residen, ampliando así su actividad al servicio de la comunidad universitaria".

Los colegios mayores son únicamente para universitarios, por eso siempre es preciso presentar la preinscripción o matrícula para solicitar una plaza. Otros requisitos imprescindibles suelen ser el rendimiento académico y la situación económica personal.

Actualmente existen en España unos 300 colegios mayores, la mitad de ellos en Madrid. Fue a finales de los 60 o principios de los 70 cuando estos centros empezaron a proliferar en el panorama universitario español. Antes, a pesar de su importancia en las universidades de toda Europa, apenas existían aquí. El crecimiento se debió a incentivos gubernamentales para fortalecer la universidad.

El funcionamiento de los colegios mayores en España se regula en los estatutos de cada universidad, además de los propios del colegio.