Javier Tusell, uno de los principales cronistas de la historia reciente de España y un intelectual comprometido con los valores democráticos, murió la pasada semana en Barcelona a causa de una neumonía desencadenada por la leucemia que padecía desde noviembre del 2003. Tenía 59 años y estaba a punto de publicar el libro Dictadura franquista y democracia. 1939-2004 , en el que llevaba años trabajando.

Tusell (nacido en Barcelona el 26 de agosto de 1945) fue un historiador decisivo en el análisis de la historia política española del siglo XX. Un pensador que consideraba que "la democracia siempre tiene que ser reinventada". La ministra de Cultura, Carmen Calvo, destacó al conocer su muerte su faceta política en la transición y su labor para recuperar el Guernica. "Fue de los primeros políticos que en el ámbito de UCD tuvo que tomar decisiones en la política cultural ya democrática", dijo la ministra.

Tusell falleció en el Hospital Clínic, donde fue sometido a un trasplante de médula ósea hace más de un año. La familia trasladó el cadáver a Madrid, donde recibió sepultura.

PATRIOTISMO PLURAL

Autor de más de 50 libros, Javier Tusell se trasladó de joven a Madrid, donde estudió Filosofía y Letras, rama de Historia, y Ciencias Políticas. Volcó casi toda su vida profesional en el estudio de los problemas democráticos de España en el último siglo. Consideraba que la transición había sido "inimitable" y analizó los nacionalismos defendiendo "un patriotismo español plural". Extendió su compromiso a los campos de la política (fue director general de Patrimonio y Bellas Artes entre 1979 y 1982 con UCD) y del debate público, desde sus artículos de prensa y su participación en cursos, conferencias, manifiestos y tertulias.

Crítico con los intelectuales, consideró que guardaban "demasiado silencio" en materias como el GAL y en "los problemas reales de nuestra democracia". En 1989 abandonó la reunión del jurado del Premio Espejo de España por considerar que la concesión del premio no era limpia.

En el año 1977 obtuvo la cátedra de Historia Contemporánea en la Universidad de Valencia y más tarde fue director del Centro de Madrid del Instituto de Cultura Política. En 1981 obtuvo la cátedra de Historia Moderna de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), que desde entonces ocupó.

Fue uno de los firmantes, en 1995, del manifiesto En defensa de la democracia , que pedía la dimisión de Felipe González y la convocatoria de elecciones. Galardonado con los premios Nacional de Literatura en ensayo (1977) y Blanquerna, de la Generalitat.

OBRA

Tusell volcó casi toda su vida profesional en el estudio de los reiterados problemas que la democracia ha tenido en España a lo largo del último siglo. Desde las dictaduras de Primo de Rivera y Franco, la II República, la etapa de la transición en un proceso que consideraba "inimitable", o el nacionalismo. Apostaba por que no existe "nunca una historia definitiva y quien diga que ha hecho una así es un merluzo. La historia siempre es subjetiva. Tiene limitaciones. Una de ellas es el mismo estilo literario, porque la historia es un género literario", aunque, ante todo, consideraba que "la Historia es un ejemplo del que aprender".

Su prestigio como historiador, que alcanzó muy temprano, hizo que varios políticos le pidieran que corrigieran sus memorias antes de publicarlas, algo que también hizo para la biografía de Juan Carlos I titulada El Rey , que escribió José Luis de Vilallonga.