Nunca llueve a gusto de todos, eso es innegable, pero los porqués de la dispersión que se observa en el organigrama de la universidad extremeña son dificilmente entendibles.

Pocos campus de la geografía nacional están tan divididos como el extremeño. Cuatro, mal comunicados y todos incompletos.

Esto se advierte en lo fundamental pero también en detalles aparentemente insignificantes. Díganme si no como participa un estudiante de Mérida en el trofeo Rector; qué pasa que los universitarios del campus romano no estamos capacitados para el deporte.

También es posible que alguién piensa que todos tenemos coche o que la comunicación entre los diferentes campus es tan buena que se puede centralizar la competición en las instalaciones de Cáceres o Badajoz. Yo no soy de estos.