Corrupción? La corrupción no es más que la intromisión del Gobierno en el mercado en forma de regulación. Corrupción es lo que nos protege. Corrupción es lo que nos mantiene a salvo. Corrupción es la razón de que usted y yo nos estemos pavoneando aquí en lugar de pelearnos por restos de carne en las calles. Corrupción es la razón por la que ganamos".

Así de cínica es la mirada de esta película, puesta en boca del actor Tim Blake Nelson, a las reglas que rigen la política económica americana en el mundo. Syriana --así llaman en Washington al su área soñada de dominio geopolítico en Oriente Próximo-- retrata las salvajes luchas y las oscuras maniobras por el control global del petróleo que practican la CIA, las pasivas monarquías de la zona, el gran capital y las hipócritas investigaciones antitrust del Gobierno estadounidense, y de cómo afectan al comportamiento de estos actores el complejo militar industrial americano, por un lado, y el terrorismo islámico, por otro. Dirige Syriana el debutante Stephen Gaghan. También la ha escrito, como escribió Traffic para Steven Soderbergh. Ambas películas están construidas de forma similar. Gaghan ha tejido una madeja narrativa que examina el comercio del crudo desde al menos siete escenarios distintos --de Beirut, Kazajstán, Ginebra y Marbella a Dubai, Houston y Langley--, y más de 70 jugadores en el tablero, introducidos en una sucesión vertiginosa, y de cuyas conexiones se nos mantiene desinformados. Nadie --ni empresarios, ni príncipes árabes, ni espías, ni, por supuesto, nosotros-- tiene una visión global de la partida.

O sea, no es el tipo de película durante la que uno puede levantarse para ir al baño, porque se recrea sugiriendo al espectador direcciones mal señalizadas. Porque nos deja oír mitades de conversaciones, porque nos abre la puerta de habitaciones donde las reuniones ya han empezado. También según esa estrategia que desafía las normas de la narración de Hollywood, Gaghan trata a todas sus estrellas como si fueran actores secundarios. Ninguno de los personajes impone totalmente su perspectiva en el relato. ´

EL ENTRAMADO

Pese a que el personaje que interpreta George Clooney es ficticio, se inspira en la experiencia del exagente de la CIA Robert Baer, según las memorias See no evil . El libro de Baer ayudó a Stephen Gaghan a entender el entramado que opera en el negocio del petróleo de Oriente Próximo.