El Partido Popular presentó el 28 de mayo el borrador del proyecto de ley de acceso al libre ejercicio de la profesión de abogado y procurador, que fue un auténtico mazazo para los estudiantes de Derecho. Cinco meses después este asunto sigue siendo un foco de polémica entre los universitarios matriculados en esta titulación ya que en el texto se recoge la obligación de los alumnos de realizar un examen posterior a la obtención de la licenciatura para poder acceder a la profesión. Es decir, que si no pasan esta prueba no podrán trabajar en aquello para lo que se han estado preparando durante los años.

Este tema fue el que centró la atención del X Congreso de Representantes de Estudiantes de Derecho (CREDE), organizado por la Universidad Complutense. Varios estudiantes no dudaron en que si la ley sigue adelante comenzarán a movilizarse contra ella. Así, en este foro se pidió que se paralice esta normativa ya que es "muy ambigua" y deja en manos de los Colegios de Abogados el control de una profesión liberal.

Este proyecto de ley se encuentra en fase de borrador y plantea la necesidad de obtener una acreditación de aptitud profesional mediante una prueba o un curso, no sólo a través de la licenciatura.

LA PRUEBA DE ADMISION

Representantes de CREDE explicaron que el curso de acceso, que se desarrollaría en el seno de un bufete, desembocaría en un "control corporativista" por parte de los Colegios de Abogados puesto que éstos tienen un cupo limitado de admisión. El examen en la universidad pública y el curso son dos procedimientos "incompatibles" ya que las personas que no puedan realizar la pasantía, porque queden fuera del curso, se tendrían que presentar a una prueba a la que la universidad no prepara, explicó Carlos Carnicero, de CREDE. Por su parte, en la inauguración del congreso, el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Luis Martín Mingarro, dijo que "no se trata de que haya muchos abogados sino que los que accedan a esa titulación sean buenos".