Un equipo de expertos franco-egipcios han descubierto en el desierto occidental de Egipto el que se considera el mayor campo de cráteres del mundo producidos por el impacto de una lluvia de meteoritos hace unos 140 millones de años, según han informado fuentes de la expedición. El descubrimiento ha tenido lugar al sur de la meseta de Jilf al Kebir --cercana a la frontera con Libia-- por peritos del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia y el Departamento de Geología de la Universidad de El Cairo.

La zona está compuesta por decenas de cráteres que están desperdigados sobre una superficie superior a los 5.000 kilómetros cuadrados, y el diámetro de los cráteres oscila entre 50 y 2.500 metros cuadrados y algunos tienen una altura de 30 metros.