Escenas más realistas y comportamientos más humanos. Hacía esta dirección se mueve Transporter 3 , llegada a las salas con la convicción de entretener al espectador con pirotecnia, piruetas automovilísticas, situaciones delirantes, luchas con coreografía oriental y personajes inspirados en cómics.

Frank Martin, el héroe más musculoso, hermético y frío del cine francés --a quien da vida el actor británico Jason Statham--, sigue aceptando arriesgadas misiones como piloto y luchador de élite. El antiguo agente de las fuerzas especiales tiene la peculiaridad de que sus mejores armas no son nada tradicionales. Entre puñetazo y patada, se va desnudando para atrapar a sus contrincantes hasta asfixiarlos con su cinturón o camisa.

El realizador de esta entrega es Olivier Megaton, francés de origen corso formado en Bellas Artes. Cada respuesta es un largo monólogo sin pausas que dejen espacio a nuevas preguntas. Acompaña sus palabras dibujando círculos en el aire con sus musculosos brazos. En la mano derecha se entrevé un dragón negro que se tatuó a los 15 años, en su época de luchador profesional de boxeo tailandés, un arte marcial especializado en defensa. De ahí, su facilidad para evadir las preguntas.

Megaton define a su personaje como una mezcla de James Bond, el Bruce Willis de La jungla de cristal y Jason Bourne. Al agente 007 que más se acerca es al Daniel Craig de Casino Royale . Les une lo que más los debilita: se enamoran. Asegura que Frank Martin no sabe cómo reaccionar ante una mujer a la que le da lo mismo todo, que no conoce límites, que se consume la vida. "Es su negativo. El es reflexivo, no bebe, no se droga, no fuma, es muy recto. Por ella siente la misma tentación que Adán por la manzana".