El ejercicio físico es imprescindible para llevar una vida sana. Pero en ocasiones no se dispone de tiempo suficiente para ir a un gimnasio o para salir a correr por el parque. Sin embargo, una buena manera de hacer ejercicio sin querer es incluirlo en las actividades de la vida cotidiana. Si el sedentarismo está muy relacionado con la muerte por causas cardiovasculares, se puede decir que el ejercicio físico, el que se realiza de forma continuada, alarga la vida y mejora su calidad. Por ejemplo, hacer las tareas de la casa es un buen ejercicio físico. También se puede prescindir del mando a distancia y levantarse cada que se quiera cambiar de canal o subir la escalera en vez de utilizar el ascensor. Hay que señalar también de comer o cenar es conveniente dar un paseo, que puede empezar siendo de diez minutos para ir creciendo progresivamente hasta media hora.

En el trabajo no es conveniente mantener más de 20 minutos la misma postura, sea delante de un ordenador o detrás de un mostrador. Una buena manera de hacer ejercicio es ir andando al trabajo siempre que sea posible. Y si hay que utilizar el transporte público, mejor bajarse un par de paradas o estaciones antes y hacer el último tramo a pie. También hay muchas otras formas de hacer ejercicio sin necesidad de ir a un gimnasio: excursiones para los fines de semana, bien sean a pie o en bicicleta; o bailar, que es una manera divertida y muy saludable de mantenerse en forma.