Joseph Smith tiene nombre de profeta --así se llama el líder espiritual de la iglesia mormona--, pero él, pese a haber estudiado filosofía, se niega, con ceremoniosa seriedad, a asumir la trascendencia que parece tener su primera y breve novela, El lobo (Mondadori) "Mi intención es entretener", dice el autor consternado ante la posibilidad de que su novela sea leída como una fábula sobre los hábitos predatorios de los tiempos que corren. Se lea como se lea, la crítica británica ha saludado con salvas a este londinense de 29 años, cuyo libro fue una de las presas más codiciadas en la pasada feria de Fráncfort.

En poco más de 100 páginas, Smith se pone bajo la piel del lobo.