Alfred Taylor, protagonista El sol de la decadencia , fue encargado o dueño del prostíbulo que proporcionaba jovencitos a Oscar Wilde. Lo juzgaron a la vez que al escritor en 1895 y lo condenaron a idéntica pena, dos años de trabajos forzados. La historia perdió la pista del proxeneta, pero la existencia real del personaje sirve como punto de partida a Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) para proponer las supuestas memorias de un hombre que vivió una doble vida, llena de contradicciones, marcada por la combinación de pobreza y homosexualidad. Según la ficción de Villena, Taylor contrata a un joven estudiante para que lo ayude a redactar sus memorias.