Hace tiempo que las personas que buscaban óvulos o esperma en EEUU podían elegirlos basándose en la raza, educación y otros aspectos de los donantes. También se podía adoptar un embrión sobrante en una clínica de fertilización o tener uno creado. Pero el Centro de Vida Abraham, una compañía de Tejas, ha dado un nuevo paso que aviva el debate ético sobre los bebés de diseño: la empresa permite que los aspirantes a padres hagan una selección entre embriones que la firma ha creado antes preseleccionando a los donantes.