La población residente en España superará los 49 millones de personas en 2018, a pesar de que habrá una desaceleración de la tasa de crecimiento demográfica, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística. Si durante el periodo 2002-2008 la población creció a un ritmo anual medio de 720.000 habitantes, en los próximos diez años se prevé un incremento medio de 380.000. Además, los nacimientos alcanzarán un máximo en 2009, por encima del medio millón anual, y a partir del 2010 se prevé un descenso.