Un equipo de científicos británicos estudiará la posibilidad real de modificar la trayectoria de un asteroide para evitar su eventual colisión con la Tierra.

Los expertos se valdrán de simulaciones obtenidas con ayuda de ordenadores en un programa de tres años del Consejo de Investigaciones Físicas y de Ingenierías del Reino Unido, financiado con 450.000 euros. El riesgo de un impacto de este tipo parece pequeño, pero las consecuencias de llegar a producirse serían enormes.