La Facultad de Ciencias del Deporte ha desarrollado una investigación sobre los efectos de la balneoterapia en pacientes con fibromialgia. Se trata del primer estudio que se lleva a cabo en este campo y sus resultados han captado la atención de numerosas publicaciones especializadas.

El profesor Pablo Tomás Carús ha sido el encargado de desarrollar este estudio, que dirigió el profesor Narcís Gusi Fuertes, en el que constató los efectos beneficiosos de 12 semanas de baños de agua caliente para mujeres con fibromialgia severa.

En el estudio han participado 34 pacientes, de las que la mitad se sometieron a tres sesiones semanales de 60 minutos de ejercicio físico en piscina. El programa duró tres meses, y al final del mismo pudieron constatar que el grupo que se ejercitó en la piscina experimentó mejoras significativas en aspectos como la vitalidad, la función física, la función social o la salud mental. El ejercicio en al agua también redujo el dolor corporal de las pacientes y aumentó su fuerza muscular.

Según Pablo Tomás Carús, la terarpia resultó beneficiosa para mejorar el equilibrio y la capacidad funcional para subir escaleras, progresos que se perdieron al suspender la actividad, por lo que el estudio recomienda a los pacientes continuidad.

Los pacientes con fibromialgia, explica la Uex, sufren dolor muscular generalizado y fatiga, acompañado en ocasiones de ansiedad y sueño no reparador, que reducen notablemente la calidad de vida de quien padece esta enfermedad.

La balneoterapia se une así a otros métodos para paliar el dolor de los pacientes, como los tratamientos farmacológicos, el yoga o el aeróbic de bajo impacto.

El estudio ha sido financiado por la Consejería de Sanidad y ha contado con la participación de los especialistas finlandeses en función neuromuscular Arja y Keijo Hakkinen.