Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han probado que el consumo de éxtasis en cantidades abusivas comparte mecanismos de degeneración neuronal con las enfermedades neurodegenerativas más frecuentes, como la enfermedad de Parkinson o la de Huntington. El equipo que dirige Rosario Moratalla, en el Instituto Cajal, analizó el impacto de esta droga en ratones, a los que se administró tres dosis espaciadas por tres horas, informa el CSIC. Esta cantidad equivaldría al consumo abusivo de éxtasis en un corto espacio de tiempo, aunque "sería superior al consumo de pastillas durante un fin de semana", explica.