Si en mayo de 1992 Cáceres descubría el espíritu Womad, en abril del 2005 ha comenzado a codearse con una avalancha rockera desconocida hasta ahora en la ciudad. Pulseras metálicas, cadenas, melenas, chupas de cuero y camisetas de Ramones, Tierra Santa, Metálica, Judas Priest, Iron Maiden y Led Zeppelin. El primer macroconcierto rock de Cáceres, Extremúsika, desbordó las previsiones y llenó el ferial ya el primero de sus dos días con 15.000 personas según la organización.

Un grupo de Madrid plantaba una canadiense y un enorme colchón de Ikea en la zona de acampada, donde apenas quedaba ya hueco. "Venimos por el cartel, sobre todo por Los Suaves, y para conocer Cáceres, que dicen que merece mucho la pena". Como ellos, jóvenes de Cataluña, Asturias, Galicia o Cantabria intentaban acampar en el recinto, pero otros se acomodaban ya en la parte norte del ferial debido a la saturación. La organización cifraba en hasta 2.000 las tiendas que podían llegar a reunirse.

Creado y financiado con 241.000 euros por la productora madrileña A Vallekas Producciones, Extremúsika quiere convertirse en la gran cita rock del oeste español, una tendencia que cuenta con miles de seguidores. La sede elegida por la firma, Cáceres, ya había celebrado dos ediciones, pero éste es el primer macrofestival de fin de semana (viernes y sábado) con una apuesta de 22 conciertos (Los Suaves, Barricada, Def con Dos, Medina Azahara, M Clan...).