Ha sido editor, guionista, corrector, redactor de cubiertas y solapas y negro literario, autor anónimo de textos que otros han firmado. Tras esa sinuosa trayectoria profesional, Manuel Manzano ha salido del peculiar armario editorial y, por primera vez, ha puesto su nombre en una novela cuya legítima autoría puede ya reivindicar. Mientras acaricia esa obra por fin propia, El inventor de la luz , Manzano repasa lo que ha sido su trabajo, rechaza dar pistas sobre los mediáticos para los que escribió y acepta la existencia del negro como parte de las tareas editoriales.

Manzano (Zaragoza,1965) no ve nada indecoroso en la actitud del famosillo que firma lo que no ha escrito "es un pacto comercial aceptado y remunerado" ni cree que se engañe al lector al presentar una falsa autoría. Recuerda que este trabajo es práctica habitual de documentalista en países anglosajones, por ejemplo, y añade que ese tipo de encargos tampoco es una epidemia propia de la edición actual: "Asimov y Víctor Hugo tenían machacas para escribir las muchas novelas que ambos publicaron, y Colette se curtió en literatura haciendo de negra de los libros que firmaba su marido"

Manzano ha escrito enteramente dos obras para ser firmadas por otro. En ninguno de los dos casos mantuvo contacto con el personaje cuyo nombre apareció en la cubierta; recibió el esquema de trabajo a través del editor, aceptó las correcciones y planteó escasas sugerencias porque, añade, "los criterios de la editorial y del firmante pasan por encima del negro literario, que debe limitarse a montar un puzle con las piezas que recibe"

ACUSADOS DE PLAGIO

Nunca se le fue la tecla de la mano, como les ocurrió a quienes escribieron textos que firmaron Jorge Bucay y Ana Rosa Quintana, acusados de plagio casi sin saber por dónde llegaban los tiros. Ha depositado sus sueños en esa primera obra que le edita El Aleph ,novela histórica de intriga ambientada en el Renacimiento y en la época actual, con MiguelIngel, Rafael, los Médici y una máquina demoníaca capaz de robar el alma presentes en la trama, y tiene no menos de ocho argumentos más en lista de espera, por si El inventor de laluz se hace con un lugar en las librerías.