Leer el tiempo es la utilidad básica del calendario, pero no la única. En realidad, su explotación comercial en todo tipo de causas es inagotable, casi tanto como la fuente de inspiración de sus ilustraciones.

Un grupo de alumnos de Ciencias de Deportes de Cáceres y miembros de la Asociación de Amigos de la Gimnasia de Extremadura (Amigex) pensaron en la utilidad financiera de este soporte para pagarse su asistencia a encuentros deportivos, ante la carencia de recursos propios.

Así, copiando la idea de otros alumnos de la misma facultad que posaron desnudos en una iniciativa anterior, decidieron editar un calendario mezclando el acrosport, una modalidad deportiva colectiva a caballo entre la gimnasia y la acrobacia, y la ciudad monumental cacereña.

El resultado es un puñado de estampas acrobáticas en el decorado de piedra granítica. Pirámides humanas, acrobacias casi imposibles y figuras de cuerpos en la plaza de Santa María o de San Jorge se suceden de enero a diciembre. 25 alumnos participaron en las composiciones gimnásticas y la fotógrafa Isabel León las retrató en blanco y negro.