El hallazgo es desconcertante: al menos 235 especies idénticas habitan en los océanos Artico y Antártico. ¿No se suponía que las aguas cálidas del trópico actuaban como barrera, y que por esa razón, por ejemplo, pingüinos hay solo en el sur y osos polares solo en el norte? Hay más preguntas que respuestas, y quizá por eso el descubrimiento excita tanto a los científicos; los responsables son los integrantes del Censo de la Vida Marina, un proyecto de 10 años que, a ocho meses de entregar conclusiones, empieza a desgranarse.