Entre los objetivos de gran parte de investigadores figura registrar una patente, hecho que cada vez se valora más en un currículum. Hasta hoy, la Universidad de Extremadura ha solicitado a la Oficina de Patentes y Marcas de España un total de 18, de las cuales 14 ya han sido concedidas. No obstante, desde el momento en el que se produce la solicitud ya se pueden ceder a una empresa para su explotación porque aunque aún no estén concedidas ya están protegidas, según Manuel Ramírez, director del Servicio de Gestión y Transmisión de Resultados de la Investigación (SGTRI) de la Uex.

No obstante y a pesar de que uno de los objetivos prioritarios de una patente es que tenga una aplicación interesante, sólo cuatro de estos inventos están cedidos para su explotación a empresas privadas y un quinto --que facilita la elaboración de tortas como las del Casar o La Serena al eliminar el cardo que se usa en las queserías-- está en proceso para hacerlo. Pilar Cáceres, del departamento de Microbiología de la Facultad de Ciencias, es la investigadora principal de este último estudio. La investigación se llevó a cabo en colaboración con el biólogo Isidro Fernández, de la empesa Lactociex. Con su hallazgo, Cáceres facilita y mejora la elaboración de ese tipo de quesos ya que hasta ahora se debía utilizar un cardo como coagulante de la leche que se cogía directamente del campo. Su propuesta es un producto en polvo conseguido de ese cardo que estaría disponible todo el año y con el que se podrían obtener mejores resultados ya que las medidas serían más exactas. Pilar Cáceres está satisfecha con su aportación, "una patente es importante, sobre todo cuando se empieza a explotar", asegura.

CAPSULAS DE TOMATE

Pero sólo uno de esos hallazgos ha conseguido traspasar las fronteras españolas para registrarse en las oficinas de patentes de otros países. Se trata de un procedimiento por el que se extrae de la piel del tomate y las semillas un antioxidante denominado licopeno. El proceso de extracción no deja ningún residuo, por lo que el licopeno que se obtiene es de una calidad mayor a la de otros que hay en el mercado.

Este compuesto se puede comercializar en cápsulas para introducirlo en países en los que no sea fácil acceder a productos naturales como el tomate. El profesor Eduardo Sabio, del Area de Ingeniería Química y Energética de la Uex, encabeza esta investigación cuya patente se ha cedido a la empresa extremeña Conesa. Esta ha sido la que ha tomado la decisión de patentar este hallazgo en otros países --todos los de la Unión Europea, Japón, Túnez, Chile, Argentina, Australia, Argelia, China, Estados Unidos, Brasil...-- Hasta el momento, la inversión realizada en este proceso alcanza los 54.321 euros, coste del que se debe hacer cargo Conesa. Cuando se produzca la explotación del invento, esta empresa deberá pagar a la universidad un pequeño royalty que estará entre el 3 y el 5 por ciento de los beneficios, según Ramírez.

Sabio, del departamento de Ingeniería Química y Energética de la Escuela de Ingenierías Industriales, ha trabajado en esta patente con la colaboración del Instituto Tecnológico Agroalimentario de la Junta de Extremadura (INTAEX) y el Instituto Superior Técnico de Lisboa.

Pero una vacuna para el pedero, cuyo investigador principal fue Santiago Vadillo, y un procedimiento para controlar y mejorar la fermentación del vino son las únicas investigaciones de la universidad extremeña que tras obtener las patentes y posteriormente cederlas a una empresa ya han sido explotadas.

BUEN VINO

El propio Manuel Ramírez es el investigador principal del proyecto que finalizó con el descubrimiento de una cepa, denominada saccharomyces cerevisiae EX88 , que se utiliza para acelerar la fermentación del vino, controlar el proceso y su calidad. Existen levaduras de este tipo en Francia, Canadá o Chile. Pero la que descubrió Ramírez en su laboratorio está adaptada para ser utilizada en las bodegas extremeñas, teniendo en cuenta la climatología de la región. Otra de las patentes del equipo de Ramírez es un proceso para saber si la cepa está funcionando correctamente, por lo que ceden las dos a la misma empresa. Este caso es un ejemplo de un proceso completo ya que después de obtener una patente y cederla, se ha explotado. Hasta ahora la explotación y el seguimiento de esta cepa corrió a cargo de la empresa Biotex, una firma que desapareció el pasado año, por lo que ahora se ha cedido a Heral.

La universidad, como titular de las patentes, podría explotarlas pero éste no es el objetivo de la Uex ya que no dispone ni de infraestructura suficiente ni de personal. Así, tras realizar el hallazgo, el investigador vuelve a su tarea en el laboratorio y deben ser las empresas las que se beneficien de la patente.