El 5% de la población holandesa consume cannabis, muy por debajo del 11% de España. Pero lo que más preocupa en este país es el abismo entre el mostrador y la trastienda de los ´coffee shops´: venden la marihuana de modo legal, pero el producto se obtiene el un mercado ilegal. El ministro de Sanidad estudia que el ayuntamiento de Eindhoven tenga, de manera experimental, su propia plantación de marihuana. Es su respuesta a la propuesta de los 33 alcaldes que celebraron una ´cumbre de la maría´ y dijeron que los cultivos públicos de cannabis acabarían con el circuito ilegal.