Cuantitativamente, el cine argentino y el procedente de los países orientales ha sido el más destacado en la edición de este año de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). El jurado, presidido por el director marsellés Robert Guédiguian, se ha hecho eco de este protagonismo en la concesión de sus galardones, todos ellos escasamente discutidos. Los de este año han sido sin duda unos premios de consenso.

La Espiga de Oro al mejor filme para Hierro 3 no hace otra cosa que refrendar el impecable estado de forma de las cinematografías asiáticas, en general, y la importancia del surcoreano Kim Ki-duk, en particular. Su película sobre el desarraigo y la soledad cotidiana, embellecida con toques fantásticos en un contexto realista, fue --sin duda alguna-- una de las mejores exhibidas a lo largo de todo el certamen.

NUEVA TEMATICA

Pero no sólo el director de Primavera, verano, otoño, invierno y primavera ha subido al podio de los vencedores en la Seminci, representando a un cine asiático que en los últimos años puja con una fuerza que ni los mejores cineastas europeos pueden contrarrestar. Wong Kar-wai también caló hondo con su peculiar relato de ciencia-ficción 2046 , una fantasía sobre el pasado y el futuro mecida con las canciones y melodías retro de Nat King Cole, Connie Francis y Xavier Cugat.

El filme ha obtenido un premio por su extraordinaria fotografía, firmada por Lai Yiu Fai, Kwan Pun Leung y el operador habitual de Kar-wai, Christopher Doyle, así como el galardón del jurado internacional de la crítica (FIPRESCI). En este sentido, tanto la Seminci como el jurado de este año no han hecho otra cosa que hacerse eco de una realidad que ya no es noticia: muchas de las nuevas formas temáticas y estilísticas del cine contemporáneo germinan en Hong Kong, Japón, Taiwán y Corea del Sur.

INTERPRETACION

En cuanto a los premios a la interpretación, tanto Pilar Bardem como Ricardo Darín eran carne de galardón. La primera porque reproduce casi al milímetro el gesto y la expresión de la pensadora María Zambrano en María querida , y el premio es tanto un reconocimiento al buen trabajo de la actriz como un homenaje a la figura real que lo ha inspirado. Por lo que respecta al actor argentino, quizá no sea su cometido en Luna de Avellaneda --que se estrenó el pasado viernes-- el mejor de su carrera, ya que al ser una historia coral no asume como en otros filmes la máxima responsabilidad interpretativa, pero nadie va a discutir los méritos de quien fuera el exitoso hijo de la novia en la cinta precedente de Juan José Campanella.

El cine argentino vuelve a contar y el Premio Pilar Miró al mejor nuevo director para Leonardo Di Cesare, autor de Buena vida (Delivery) , lo reafirma, aunque la película en cuestión no sea muy distinta de tantas otras que han llegado en los últimos años procedentes de Argentina para mostrar, en clave tragicómica, la convulsa realidad de un país que llora en lo social cuando vuelve a sonreír en lo cinematográfico.

LA PLATA

La Espiga de Plata de este certamen fue a parar a Private (Domicilio privado) , de Saverio Costanzo. El Premio Especial del Jurado recayó sobre Forbrydelser (En tus manos) , de Annette K. Olesen, por su excelente guión, su economía de medios, su destacada interpretación y el planteamiento de un dilema moral que se traslada a los espectadores, según indicó el presidene del jurado.

El público eligió por votación la película Ae fond kiss´ (Sólo un beso) , del británico Ken Loach, seguida de Bin-Jip y de Luna de Avellaneda .

Ryan de Chris Landreth se llevó la Espiga de Oro al mejor corto y La saga de Mabel la plata.