Renault y su filial Dacia, la empresa que fabrica el Logan, han dado otro paso decisivo en el objetivo de inundar medio mundo con el automóvil barato que está en el mercado desde el pasado septiembre.

Recientemente inauguraron en Mioveni (Rumanía) una fábrica de 35.000 metros cuadrados para producir las piezas del Logan. Desde este centro se distribuirán a las fábricas de Renault del resto del mundo las piezas para ensamblar su vehículo.

Pensado inicialmente como un vehículo barato destinado a los mercados emergentes del este europeo, la realidad actual es que el Logan llegará a buena parte del resto de países de Europa (España, entre ellos), de Asia y de América Latina.