Los universitarios españoles muestran un escaso interés por aprobar una de las asignaturas que más se les resisten: el dominio de los idiomas. Un estudio de la Universitat Aut²noma de Barcelona (UAB) descubre que poco más de uno de cada tres de los 32.000 estudiantes de sus centros propios estudia inglés u otra lengua extranjera durante la estancia en la universidad. Los resultados son extrapolables a la mayoría de las universidades del país, según diferentes expertos consultados, que coinciden en que "hay pocas diferencias" en esta cuestión. De este modo, los estudiantes de la Universidad de Extremadura también se pueden ver reflejados en las conclusiones de este informe que analiza varios aspectos de la enseñanza de idiomas en la etapa de la educación superior.

El trabajo, basado en 3.277 encuestas que han respondido alumnos, profesores y personal administrativo y de servicios realizadas en el 2003 y procesadas en el 2004, dibuja un panorama "preocupante", en opinión del director del Servicio de Idiomas Modernos (SIM) de la citada universidad catalana, Joan Melcion.

CINCO AÑOS

La inquietud de este especialista nace al constatar que, a pesar de que tres cuartas partes de las personas preguntadas declaran que han invertido un mínimo de cinco años de su vida escolar previa a la universidad a estudiar inglés, el nivel general es pobre. "La rentabilidad del esfuerzo realizado es más bien baja", subraya las conclusiones del informe.

Cerca de la mitad de los encuestados reconoce que la formación recibida durante la enseñanza primaria fue "muy mala o deficiente" y en secundaria la percepción existente no es mucho mejor.

Melcion diagnostica las causas: "El aprendizaje de los idiomas en la escuela no está bien planteado. Se les dedica una franja de tiempo semejante al de otros países de Europa, pero aquí se trata de una asignatura lingüística, mientras que en los países que obtienen mejores resultados han adoptado la fórmula de integrar la lengua extranjera dentro de la enseñanza. O sea, estudiar Geografía o Historia, por poner un ejemplo, en inglés".

CAPACIDADES

El estudio del SIM detecta que, por lo que respecta a la lengua inglesa, únicamente un porcentaje bajo de estudiantes están en condiciones de "seguir una animada conversación entre nativos": un 11,5%; "entender lo que se dice en una entrevista en directo en televisión": un 14,4%; "leer una novela": un 18,7%, o "redactar un texto en el que se desarrolla un argumento o punto de vista": un 29,2%.

Si en una escala de siete niveles de conocimiento, según los estándares que marca el Consejo de Europa, se requiere estar situado en un nivel 5 para usar el idioma "con cierta desenvoltura y eficiencia comunicativa, aunque se cometan errores", los universitarios auscultados para este estudio se quedan en la marca 3,7. Eso lleva a los autores del estudio a concluir que "en materia de formación en idiomas, y especialmente en inglés, los estudiantes tienen mucho camino por recorrer, en particular por lo que se refiere al uso oral".

Pocos son, sin embargo, los que han cobrado conciencia de esa necesidad, indica el trabajo. Un 36,7% dice estudiar alguna lengua extranjera durante su estancia en la universidad. La mayoría de ellos, un 68%, han elegido el inglés por motivos "instrumentales": es decir, por necesidades laborales o profesionales. Cuando se trata de otros idiomas, sin embargo, tiene mayor importancia a la hora de elegirlo la motivación "afectiva", según se indica en este trabajo.

Las razones de la escasa inclinación al estudio de las lenguas extranjeras hay que buscarlas en que "no hay tiempo, porque los planes de estudio están sobrecargados". Y después en que el aprendizaje "es gravoso. Aunque el precio sea ajustado, no es a precios públicos, como la carrera", admite Melcion.

El director del SIM intuye que el abaratar los cursos animaría al alumnado a la hora de apostar por una mayor formación en lenguas extranjeras, pero afirma que ofertar ese tipo de formación a precios similares al de las carreras universitarias, donde el estudiante sufraga únicamente un 20% del coste de los estudios, es hoy por hoy inasumible.

TESTIMONIOS

Muchos de los estudiantes de la universidad en la que se ha realizado esta investigación aseguran que hablan inglés de vez en cuando, sobre todo si van con dos copas de más encima, y reconocen que lo hacen "bastante mal". Claro que les preocupa esta carencia, pero por ahora no les queda tiempo para estudiar inglés fuera del horario universitario y en las aulas tienen tantas materias que el inglés ni les cabe ni lo quieren. Ni hablar de otros idiomas.

ESTUDIANTES DEL SIGLO XXI

Los universitarios del siglo XXI están saturados de trabajos, de clases y con la cabeza puesta en aprobar las 14 materias que tienen por curso. Dicen que el contacto con lenguas extranjeras es por los años que estudiaron en la escuela, por compañeros de piso extranjeros, por la música y por alguna película que ven en versión original. Por ahora eso es suficiente.

Eugeni Llaneras tiene 29 años y estudia arquitectura en la Universidad Politécnica de Catalunya. Tiene claro que el problema con el inglés se remonta a la "mala educación" que ha recibido, ya que no se explica que tras haber cursado siete años de inglés no pueda mantener una conversación fluida. "Lo estudiamos desde la EGB y ni así lo sabemos", dice. El dejó de preocuparse por el estudio de otras lenguas el día que