Entre el ingente número de objetos que expone el nuevo museo del Holocausto de Jerusalén, hay dos bonitas trenzas de una niña. Su madre se las cortó antes de que ambas fueran trasladadas a un campo de exterminio nazi y se las entregó a una familia alemana vecina. Años después, los custodios del recuerdo entregaron las trenzas a su hermano, superviviente del exterminio. Junto a ellas, el museo expone una foto de la niña. El próximo 15 de marzo Israel presentará al mundo oficialmente su nuevo Museo del Holocausto de Yad Vashem, la Autoridad para el Recuerdo de los Héroes y los Mártires del Holocausto.