Cuando se han conseguido 17 Oscar y 2.300 millones de euros en la taquilla cualquier sueño puede hacerse realidad, incluso los que para otros son sueños inalcanzables. El de Peter Jackson, el señor de los Oscar tras el arrasador éxito de su trilogía de El señor de los anillos , era un sueño de infancia: hacer una nueva versión de King Kong . Vio la película de 1933 en televisión a los 9 años y gracias a ella decidió dedicar su vida al cine.

El sueño se está cumpliendo estos días en Nueva Zelanda, donde el director kiwi rueda con Jack Black, Naomi Watts, Adrien Brody y una legión de informáticos una película que se estrenará en diciembre pero que es ya una de las más esperadas del año.

Aunque para algunos es casi sacrílego tocar el original de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, para Jackson --propietario del brontosaurio de aquella primera producción-- es una especie de deuda consigo mismo. Lo intentó ya cuando tenía 13 años y pintó el skyline de Manhattan en una sábana, construyó el Empire State con un cartón y robó un mantón de su madre para elaborar la piel del primate. Lo volvió a intentar en 1997, pero los estudios Universal aún no sabían que hablaban con un hombre capaz de producir ingentes cantidades de dinero. Y lo consiguió en el 2003, aún antes de estrenar la tercera entrega de El señor de los anillos , cuando el mismo estudio le dio los 116 millones de euros.

Jackson asume que "hay crítica y aprensión hacia las nuevas versiones" pero para él la revisión es una obligación. "Hay una generación de niños que no ve películas en blanco y negro --dijo--. Yo veía viejas películas en mi infancia pero hoy a los adolescentes no les interesan, por eso creo que ha llegado el momento de revisar King Kong , una adorable historia de amor".

BARCO DE LA EPOCA

En un afán por obtener un gran realismo, Jackson se compró --con una carga de atún congelado incluido-- un barco que es una réplica exacta de los de los años 30. Es el S.S. Ventura, la nave donde el director Carl Denham (Black), su reticente guionista Jack Driscoll (Brody) y la desesperada actriz Ann Darrow (Watts) se embarcan hacia Skull Island.

La increíble vida animal que encontrarán en la isla del Indico será fruto de los efectos especiales, que reunirán en una sola película los usados en las tres partes de El señor de los anillos .