Juana Labrador es una de las profesoras involucradas en proyectos de cooperación al desarrollo de la Universidad de Extremadura. El último en el que ha participado se titula Agricultura orgánica como estrategia para el desarrollo de comunidades rurales , que se desarrolló en la Universidad cubana de Matanzas.

¿Cuál era el objetivo de la Uex con el desarrollo de este proyecto?

El propósito era que nosotros pusieramos a disposición de la universidad cubana todos los recursos necesarios para lograr implantar allí un programa propio de formación en agroecología, que es una disciplina científica que estudia el manejo de los sistemas agrícolas desde las perspectivas psicológicas, agronómicas y socioeconómicas. Queríamos formar a docentes cubanos para que ellos pudieran formar a otras personas. Fue un proyecto muy importante, porque era el primero que desarrollábamos con una universidad latinoamericana.

¿Y cómo se desarrolló?

Conseguimos que el decano de la Facultad de Agronomía de Matanzas se desplazara hasta aquí para que le formáramos en agroecología. Para nosotros fue muy gratificante sentir que dispones de unos recursos y una experiencia que puedes compartir con otras personas.

¿Hay constancia de que se haya puesto ya en marcha alguna asignatura o algún proyecto de agroecología en Cuba?

El año pasado nos escribió el decano de la facultad para informarnos de que finalmente se había conseguido crear una asignatura esta materia y también se había creado un programa de formación para expertos mediante una serie de asignaturas en red.

¿Cómo valora la labor que esta desarrollando la Uex en materia de cooperación?

Creo que el trabajo que se está desarrollando es muy importante porque era un aspecto muy necesario que necesitaba ya un impulso en esta universidad. Hemos detectado que hay una necesidad diaria de las universidades latinoamericanas, de compartir experiencias y proyectos con nosotros, que no se podían atender. El hecho de que nuestra universidad tenga un programa propio de cooperación permite a los investigadores acceder a proyectos, pequeños por su dimensión, pero gigantes por su trascendencia.

¿Qué aportan a nivel personal y profesional este tipo de colaboraciones?

A nivel personal obtenemos bastante porque la cooperación significa también una gratificación. En mi caso, la creación de esta asignatura en Cuba puede contribuir al desarrollo de una comunidad rural. Además también nos enriquecemos profesionalmente porque las comunidades agrícolas nos proporcionan un conocimiento del medio natural del que carecemos.

Se ha beneficiado ya alguna comunidad rural de los conocimientos que habéis transmitido en Cuba?

Tenemos constancia de que el equipo de agricultura orgánica de la asociación cubana de técnicos agrícolas y forestales, estaban intentando aplicar este tipo de agricultura en pequeñas comunidades rurales. Lo que se está intentando es que éstas comunidades sean capaces de fabricar sus propios abonos porque esto significará para ellos poder producir.

¿Hay interés por parte de los estudiantes de la Uex en participar en proyectos de cooperación?

A los jóvenes les atrae todo lo novedoso, pero aún hay que potenciar más el desarrollo de proyectos específicos por parte de los alumnos.

¿Participará en nuevos proyectos?

Por supuesto. Estamos intentando iniciar un proyecto de recuperación de la biodiversidad cultivada a nivel latinoamericano para evitar que se termine con el cultivo de semillas tradicionales.